21 dic 2015

VivIr el miEdo II



He  salido temprano, antes de que el sol permita que veamos la miseria y la depredación humana.

He salido temprano, cuando todo está tranquilo, aún no han puesto las calles, ni las han quitado. 

He salido temprano, pero aun así me escondo; camino por las calles con tiento, con un ojo hacia mi espalda y otro hacia el cielo, con los oídos abiertos y la piel en alerta.

He salido temprano a comprar algo de leche y si hay suerte, pan.

He salido temprano porque hace años que no duermo, nadie duerme en esta ciudad, en este país sitiado por la guerra, el imperialismo y el fanatismo.

He salido temprano porque los que ponen el dinero y lanzan las balas aun duermen, ellos duermen, aquí y hacia el norte.

He salido temprano, oteo esta ciudad en falsa calma teñida de rojo sangre. Y en mis absortos pensamientos de presente sin pasado, la nube de humo y ceniza me aplasta sobre la acera, y solo puedo pensar en Said y María, que estarán durmiendo… si aún viven.

Y es que en esta ciudad que nunca duerme estar vivo o muerto no importa, no le importa a nadie, invisibles en el foco de la noticia.

He salido temprano y me ha dado igual, cuando vuelva a casa cogeremos lo que nos quede, cogeremos a quien nos quede y saldremos, rumbo a la incertidumbre, rumbo a la esperanza, rumbo a vivir sin miedo.

He salido temprano, y ya no volveré…

21 oct 2015

SeGurA



Estaba tan segura de que allí no la encontraría que cerró los ojos tan fuerte como su felicidad le permitió. Tras de sí la puerta dejó un portazo de libertad; tan solo su ojo morado y verde la devolvió a la realidad. Una realidad de largo y duro futuro…por

Fin.

27 mar 2015

EcLipse



A las 10:08 exactamente levantó la vista del teclado y miró por la ventana, casi por instinto, a la hora exacta en que habían dicho en alguna parte, estaba pendiente del eclipse, del momento de oscuridad en medio de la claridad. No tenía gafas especiales, ni cristales oscuros así que no alzo la mirada al cielo; asomada a la ventana de una calle sin nombre y con mucho ruido miró hacia abajo, miró para ver como la oscuridad se cernía sobre las gentes, que habían parado sus pasos para mirar hacia arriba. Casi, como por un hechizo, la ciudad se había parado para observar el curioso fenómeno, brujerías y otras supersticiones parecidas hace siglos que han sido desterradas del imaginario colectivo y sin embargo allí estaban: adultos, niños, ancianos, pobres, ricos, manifestantes, burgueses, estudiantes, policías, perros y gatos; parados, mirando a un cielo que no se cae, haciéndose cómplices de la oscuridad en un día cualquiera, de un año cualquiera, porque en realidad ya da igual.

Miraba aquellas caras emocionadas con el momento, aquellos corazones de ambición, miedo, egoísmo y envidia; corazones de poder, codicia y odio. Exaltada la oscuridad en todos ellos, sin importar la forma de la carcasa, corazones iluminados por la profunda oscuridad durante apenas una hora mostrando su naturaleza. Después empezarán a caminar de nuevo y la luz del sol sobre sus ropas de colores eclipsarán lo que llevan dentro, hasta…

Observó desde su ventana durante ese tiempo a la oscuridad y sintió miedo… y sintió esperanza…

15 mar 2015

CAfé QuEmadO



El café se ha vuelto a quemar, tiene que cambiar la goma de su destartalada cafetera, como si fuera el recambio de un corazón herido, lo postergara una vez más. 

Es ya la razón de una nueva bronca mañanera, el sabor rancio, quemado, amargo del café, que no se arregla por mucha píldora de azúcar que se tome. 

Amanece en febrero, frío y gris, ya no pone la radio, ya no lee el periódico, ni enchufa la televisión, ha empezado un nuevo año perdiendo la esperanza en el cambio, perdiendo la ilusión, desilusionada por la realidad del asfalto cotidiano, la desidia de las mentiras maquilladas con coloretes descoloridos. 

Parada para un café no quemado, de nuevo sentada en la esquina más oscura de cualquier bar, de cualquier barrio escucha a la gente, a la gente…cuantos más deberían pararse a escuchar…desidia, desidia, desidia…no hay más. Unos entran y salen, salen y entran, esperando el cambio, pero no demasiado, volver a la ilusión a la ilusión de la clase media. No hay fuerzas para darle la vuelta a la tortilla, o tal vez la sartén pese demasiado. 

Ambiciones de poder diluido, entre manos iguales a otras manos, distintos guantes, mismos nudillos. Historias que le recuerdan otra historia, promesas en cafés descafeinados en estanterías de supermercados demasiado altas.

Volver a salir y ocuparse en sobrevivir, cada día, día a día, día tras día…día…día.

Mejor enchufar la música que la saque de la realidad mientras el metro se llena de viejas expresiones de desanimo, pareciera que todos los días fueran lunes. Algunos dicen que todo pasó, otros que el momento va a llegar; pero algo en esos ojos perdidos la dicen que nada va a cambiar, o que todo va a cambiar para seguir todo igual…y siente tristeza, tristeza por aquellos que levantaron el puño, el alma, el corazón y la voz y ahora callan a fuerza de promesas y mañana callaran…callarán.

Camina por el centro de la ciudad, las cadenas de la esclavitud se han instalado para encadenar nuestro presente, sentenciar nuestro futuro en ciclos de rebajas y nuevas temporadas, algo se mueve, y no son los corazones bombeando rojo sangre, no son las ganas de soñar. 

Revelarse ante la tontuna imperante a base de vestidos de colores prohibidos y bailes en garitos a media luz, volar sobre corcheas de verdades efímeras y besos robados en rincones perdidos.

Y mañana el café se volverá a quemar…y mañana será otro día; tal vez mañana cambie por fin la goma rota de mi cafetera destartalada.

16 ene 2015

Hoy se ha puesto el vestido azul



Hoy se ha puesto el vestido azul, el de ir a bailar, 
pero .....
          sabe que el viento baila con ella sin seguir los pasos establecidos.

Hoy se ha puesto el vestido azul, 
saldrá a pasear por el malecón, 
se quitara sus chapines sin magia 
                           y caminará a dos centímetros del suelo, 
                           y nada ni nadie perturbará su danza.

Hoy se ha puesto el vestido azul; 
 el pelo cae sobre sus hombros 
                             y la falda juega al escondite con el mar. 

Hoy se ha puesto el vestido azul; se beberá la vida, devorará el alma de las fieras de la noche.

Hoy se ha puesto el vestido azul…