26 ene 2014

RreTratO II



Se ha puesto un té caliente tras darse una ducha aun más caliente, el vaho aún sale del baño, pero ella ya ha subido sus pequeños pies sobre la mesa del escritorio para escudriñar por las redes sociales mientras disfruta del olor a vainilla de la crema…la música, como un susurro sensual  envuelve la habitación en un halo magnético que la desplazan hacia dentro…tiene un espejo de mano cerca, se mira para mirarse a los ojos, porque los ojos son el espejo del alma y no quiere mentirse, quiere desnudarse allí mismo para verse, para sentirse, para amarse y hacerlo sin castigarse, sin mentirse, sin reprocharse…

Se mira a los ojos y ve una persona con dudas, dudas cada día, dudas y certezas, pero siempre sufre con las dudas. Una persona que toma decisiones, unas malas, otras no tan malas, pero sabe que son suyas, que las tendrá que defender porque no siempre sus decisiones son bien tomadas.

Una persona que se decepciona. Se mira a los ojos y ve a alguien que confía, hasta que deja de confiar, optimista siempre de entrada; no siempre las cosas salen bien. Ve una persona que llora, que llora sola por rabia, por impotencia, por decepción y a veces por desamor, una persona que llora porque hay que llorar, y una vez todo fuera limpiará las lágrimas y saldrá adelante otra vez; ve una persona que siempre mira adelante, aunque el horizonte este borroso…y no siempre sea cosa de la miopía…

Bebe de su té que se enfría poco a poco y vuelve a mirar, y ve ese muro, ese muro que hace ya muchos años levanto a su alrededor, porque no quería sufrir, ve como ese muro día a día se cae, hay días que caen ladrillos muy grandes, días que abre su corazón como nunca lo ha hecho, esos son grandes días…hay días que en ese muro aparecen cortinas nuevas, volviendo a cubrir espacios descubiertos…y los ve, pero tiene miedo de volver a destaparlos, insegura otra vez, optimista también: deshilachará las cortinas poco a poco…que fácil ese muro se reconstruye… y cuanto cuesta traspasarlo.

Ve una persona que le gusta vivir, mirar el mundo, observarlo y comérselo a mordisquitos…una persona que le gustaría ser menos introvertida en algunas ocasiones, porque siempre le queda la duda de donde está la línea entre la prudencia y el miedo…y el miedo es lo único que no la gusta ver cuando se mira a los ojos…

Sabe que tiene virtudes y tiene defectos, cosas de “no cambies nunca” y cosas de cambiar y trabajar, pero sus cosas…sin embargo ese miedo, o esa prudencia estúpida, eso piensa que la lastra, eso la…la…la…cabrea!, y lucha por arrancarlo cada día, con cada pequeña cosa que hace,  arriesgando cada poro de su piel en ellas, porque, si es algo, es alguien que se entrega con pasión…que ama cada acción que realiza, cada rayo de sol que te calienta, cada partícula de aire que tú respiras. Una persona que trata de entenderse, cada momento, cada día, cada mes, cada año…

Mira en el espejo…y veo como mis ojos me responden, con curiosidad e ilusión, veo que tras ellos hay una persona, que ama, que desea, que quiere que la amen; que, a veces, odia, que siente, que llora, que ríe, que rabia, que piensa, que escucha, que lee, que baila con los ojos cerrados, una persona que vaguea y se pone en pié, que trata de ser sincera a cada minuto,…veo una persona, …una persona que se construye para sentirse orgullosa.

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