12 ene 2014

¿¿Barrio ConFlictivo??



A los Barrios conflictivos, que fueron, son y los que serán...y a los y las que los pueblan y los construyen cada día. 

Es domingo, un diario cualquiera abierto sobre la encimera de la cocina mientras las tostadas se calientan y lucho contra la leche ardiendo del desayuno. Un diario cualquiera que escupe noticias infames sobre tipos infames que se enriquecen vilmente. Y entre ellas, el caos, el fuego, la anarquía, el miedo, contenedores ardiendo, la guerra, la manipulación…

Barrio conflictivo te llaman, Gamonal  y La Cañada de Hidum tocan ahora, meses atrás varios pueblos mineros del norte, estela de otros barrios, otros pueblos hace años... La cortina de humo provocada por los contenedores ardientes esconde lo que yo veo tras un barrio conflictivo, yo veo un barrio luchador, un barrio comprometido.  Barrios, pueblos que no se dejan amedrentar por la represión, ni engatusar por caramelos bañados en ponzoña.

Tras el titular de barrio conflictivo los diarios y otros medios de manipulación me venden, marginal, me venden cólera,  me venden vándalos, me venden caos, me venden orden por los antidisturbios, me venden prisión, me venden leyes de seguridad, me venden miedo, me venden inmovilismo, me venden “pax social” y estado de excepción, me venden conformismo, me venden clase media, me venden buenos y malos…

Pero yo no compro, yo no compro porque yo escucho, veo, huelo, siento y pienso.


Escucho la voz de los vecinos y vecinas, de la gente del barrio, del pueblo, aquellos que conocen su realidad porque la viven, aquellos que dejan a un lado su individualismo y luchan por el bien común, por lo social y por la sociedad.

Veo, a padres y madres con sus hijas, abuelos y nietos, tenderos y estudiantes, parados y paradas, pero no quietas, gestoras de la casa y obreros de la construcción, licenciados y jubilados. Veo personas que luchan.

Veo motivos más allá de la ira y la violencia. Veo razones para salir a la calle, veo reivindicaciones vecinales de hace meses, tal vez años, que se pierden entre el humo y los cristales rotos.

Huelo futuro en las acciones. Huelo solidaridad que sale a la calle al día siguiente, huelo valentía, no huelo miedo. Huelo la cobardía de los gobernantes que no dan la cara. Huelo una chispa que podría encender las almas, los corazones y las mentes de otros barrios, de otros pueblos conflictivos, díscolos, pensantes, luchadores, libres…

Siento su lucha, siento sus gargantas rugir, sus cazuelas retumbar. Siento como mi piel se eriza con su causa que es la mía. Siento que estoy  allí, codo con codo. Siento esperanza en el ambiente, siento la solidaridad que se extiende. Siento las conversaciones de bar que desde la distancia ya no se dejan engañar por el noticiero. Siento como aquí se cuestiona la autoridad, como se cuestiona allí. Siento que algo cambia. Siento.

Y pienso…pienso que de verdad cada mecha enciende una llama de solidaridad y cambio. Pienso que es posible frenar la barbarie, y construir sociedades nuevas. Pienso que es posible eso de en cada barrio, revolución. Pienso que estamos dando pasos adelante y que no podemos dar pasos hacia atrás, ahora no.

Pienso que es hora de terminarme la tostada, remangarme la camisa y salir a la calle, porque algo se mueve y no me voy a quedar quieta…y tú?


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