Me gusta el chocolate, el chocolate negro. Me gustan las
trilogías cinematográficas, las buenas trilogías. No me gustan las pelis de
adolescentes chillones. Me gusta el cine de terror y la ciencia ficción,
fantástico, y porque no una buena peli romántica. No me gusta lo que el viento
se llevo. Me gusta el rock´n roll. No me gusta estar en paro. Me gusta
trabajar, me gusta mi trabajo. Me gusta mi familia. Me gusta pensar que el
sueño comunista es posible. Me gusta escribir con el portátil al sol, no me
gusta que le de la luz a la pantalla y no ver nada. Me gusta el sonido de la
lluvia. Me gusta el olor a tierra mojada. Me gusta ir de concierto y salir de parranda.
No me gusta tener resaca. Me gusta el olor del viento que precede a una
tormenta de verano. No me gusta que me tomen el pelo. Me gusta el otoño, su
olor, su color, sus sonidos. Me gusta la banda sonora de la película el Piano,
me gustan muchas bandas sonoras. No me gusta que los hombres y las mujeres se
dejen llevar por los tópicos de las películas y no tengan relaciones sanas. Me
gusta ser espontánea y decir lo que pienso sin pensar que piensan los demás,
que piensen lo que quieran. Me gusta reír, aunque me haga llorar, especialmente
si me hace llorar. Me gusta hablar con la gente por Internet, pero no me gusta
perderme la parte del lenguaje no verbal, se pierde algo de encanto. Me gusta
el circo. No me gusta los espectáculos de circo con animales. Me gusta ser
feliz, aunque a veces no me siento mal sabiendo que hay muchas personas que no
pueden ser felices en este mundo rapaz. No me gusta que haya gente que no es
feliz, me da fuerzas para luchar. Me gusta hacerme preguntas sobre todo, a
veces sobre las cosas más absurdas otras sobre cosas trascendentales, no me
gusta dar nada por sentado. Me gusta mirarme en los escaparates cuando camino
por las calles. A veces, no me gusta lo que veo.
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