Noches… días en lo que te pide el cuerpo es escapar, salir
corriendo y aullar a la Luna llena en lo alto de una montaña… Pero tal vez la
ciudad, los horarios del bus, la falta de trenes….te lo impiden y entonces es
cuando agarro la agenda de salas y garitos, busco un grupo incognita y me
adentro en lo desconocido….sola, porque sí, porque hay días que una debe
dejarse llevar sola, que la música, las estrellas se metan por tu piel…y
gritar, y saltar como si corriese por la ladera con la brisa del sur
revolviendo los cabellos y aullarle a la Luna. Casi..como un orgasmo bien
llevado…dormir el resto de la noche sabiendo que eso no te lo quita nadie…que
es tuyo, tu momento para siempre…y aullarle a la Luna.
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