Tarde de domingo, descanso tras los
cristales. Tras los primeros estornudos del otoño. Tras los primeros
sorbos de vino, tras una noche de buena música en directo, tras una
semana de duro trabajo, tras la lluvia, tras la luna llena. Tarde de
un domingo como otro cualquiera, un domingo.
Paseo en la mañana, comida familiar,
tarde de nada, nada que desear. Ducharse, dejar fluir por el desagüe
el dolor de pies, el dolor del corazón de la noche anterior. Toalla
alrededor, pelo húmedo sobre el hombro, gato que te da calor. Y para
terminar algo que cenar, algo que leer, algo que ver y de nuevo a
empezar. Tarde de domingo, ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario