Cuando hablo de red social en un contexto profesional estoy
hablando del análisis profundo de la base fundamental de gran parte de lo se
denomina como Capital Social.
Durkheim fue de los primeros en analizar el entrelazado
mundo de las relaciones, alianzas y estrategias que los seres humanos construimos
entre nosotros para formas nuestro pequeño mundo social. Estas redes sociales
son fundamentales para entender y explicar muchas de las acciones humanas y también
son fundamentales a la hora de realizar y/o producir cambios en las vidas de
las personas. En el contexto del Trabajo Social, tras la red familiar la red
social que une un grupo o una persona y su entorno es fundamental para
establecer las bases del cambio y para entender las causas y las consecuencias.
He nombrado a Durkheim como uno de los predecesores de los análisis por ser mínimamente
rigurosa en alguno de los términos, por hablar de lo que dicen algunos
estudiosos de la historia y de las ciencias sociales. Pero lo cierto es, y
pecando de reduccionista, que todo sociólogo y/o científico de lo social acaba
desarrollando una teoría en la que la base es la red social y siendo mas reduccionista
aun la base que relaciona las distintas redes es la dominación, en términos actuales
la popularidad (o followers, friends…).
Que a dónde pretendo llegar a parar tras tanta verborrea?, Bien, la teoría gira en torno a la falacia de
las actuales redes sociales, las que se mueven por internet, La Red…cual si de un dios se
tratase hemos construido un mundo paralelo a su alrededor que en ocasiones nos
aliena y nos miente y nosotros nos dejamos engañar.
No, no ha sucedido aquello que en las novelas y películas futuristas
del mundo despersonalizado temían que pasase cual apocalipsis, no hemos dejado
de relacionarnos humanamente, de salir a las calles de hacer cosas con otras
personas, de conocernos y de sentir… eso no ha pasado y, sinceramente, no creo que nunca llegue a pasar, no se sustituirá
la libido por medicamentos como en Un Mundo Feliz y por supuesto no morirá la
lectura ni aunque Fahrenheit 451 Se empeñase en hacérnoslo creer. Puede que sí que
exista un Gran Hermano que todo lo ve, ese llamado Mercado, pero aún quedan
resquicios de improvisación, de intimidad de espontaneidad…
No me refiero a esa falacia o a esa alineación, me refiero a la capacidad que desarrolla esta
gran mentira en hacernos creer que somos quienes no somos o incluso en
construirnos otra realidad paralela a la
que vivimos y que es la importante. No digo que le pase a todo el mundo, no
digo que me pase a mí, no digo que este señalando a alguno de mis múltiples
amigos… solo digo que a veces hay cosas que me hacen pensar, hoy he visto que
tengo 214 amigos de facebook, una de las más populares redes sociales…y ante
esa cantidad no he sabido reaccionar, ya que estoy convencida de que es una
gran y total mentira.
Tengo grandes amigos que he hecho gracias a la red, en
parte, y grandes amigos que no tienen red (de la de internet ) y también hay en
esos 214 gente con la que no he hablado nunca, con algunos me gustaría, pero no
me atrevo, sí a veces hasta soy vergonzosa… otros son amigos de amigos con los
que no creo que hable jamás y no sé si me apetece, otros preferiría no tenerlos
de amigos, pero las composturas te obligan, y otros los que están lejos y
cuantas veces quisiera tener cerca…. y entonces que conclusión puedo sacar…. ni
idea, a priori ninguna, solo se trataba de escupir mis propias divagaciones,
tal vez los demás podréis escupirlas aquí también…
Aunque si hay una cosa que de momento me queda clara, no voy
a dejar esta red intangible, pero lo que también tengo claro es que sigo
prefiriendo, y no soy mujer de clasicismos, la Red Clásica aunque solo sea
porque la puedo sentir, con cada beso, cada caricia, cada abrazo, cada mirada,
cada sonrisa y cada bronca, por qué no?
Ambas redes, conclusión de mi partecita socióloga, forman
hoy en día para una parte de la humanidad una gran parte del Capital Simbólico
de la persona y en muchas ocasiones ambas ayudan a enriquecerlo compartiendo
todo aquello que mis 214 y los otros amigos me pueden dar, lo que les puedo
dar.
Todas estas idas y venidas han tenido hoy banda sonora, aquí
la dejo: