27 mar 2011

Sin Disculpas


Por qué nos empeñamos en ser quienes no somos, en pedir disculpas por ser nosotros mismos? A menudo pasa que cuando estas en casa con los únicos ojos observadores de las plantas y tal vez un gato se desata toda la locura y toda la espontaneidad que llevas dentro, suena esa canción que hace que se muevan solos los pies en cualquier parte y de repente el sofá se convierte en el mayor escenario que jamás hayas tenido…y cuando sales por la puerta de casa todo eso se queda dentro cerrado con siete candados como la tele nueva, no vaya a ser que alguien nos robe la espontaneidad, la locura y la simpatía…las ideas, los deseos y los anhelos, los sentimientos y la rabia. Salimos de casa y nos homogeneizamos como si fuésemos fotocopias en blanco y negro.

La sociedad marca continuamente prototipos de personas planas a los que nos ajustamos como  marionetas del sistema, que bailan su canción, sin moverse una sola letra del guión. La madre, el hombre de negocios, la golfa incapaz de amar, el marido y la mujer fiel, el enamoradizo, la cuerda, el loco, el responsable, la seria, el alegre, la modosita, la charlatana,….salirse del guión no es posible y alguien te preguntara si te pasa algo, de repente se desencadena una oleada de curiosidad insana alrededor de esa persona que se desmarca; se habrá enamorado? Le habrá tocado la lotería? Está enferma? Y después llega la sospecha;  qué estará tramando?, que querrá? Algo oculta… Y por supuesto no hay buenas intenciones… No estamos preparados para encajarnos a nosotros mismos y a veces tampoco a los demás es un aprendizaje  individual y social es el comienzo de la verdadera revolución.  No podemos construir y cambiar el mundo si no nos construimos y nos cambiamos a nosotros y nuestras relaciones. La sociedad la construimos y la destruimos las personas, como sea dependerá de cómo seamos.

No quiero seguir disculpándome por lo que soy,  deje de caminar por la vida con la mirada seria, y dibuje una sonrisa permanente en mi cara, deje de contarle a las plantas mis ideas y empecé a contárselas al mundo, deje de pensar que soy un bicho raro y supe que soy un ser único, con mis cosas buenas  y las malas, como todos, porque cada cual es único. Deje de parecer interesante contando historias serias de poder  y empecé a contar las cosas que me pasan, pueden parecer mentira, pero no pienso pedir disculpas por no ser un producto social. No voy a pedir disculpas por ser feliz, no voy a pedir disculpas si estoy triste…si me enamoro o  es pura pasión carnal, si me emociona una peli, una foto, una canción o si me dejan indiferente o incluso si la odio…

Sí, soy revolucionaria y creo  en un mundo diferente, Libre e Igualitario lleno de personas distintas, únicas, espontaneas e intensas…

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